“Milagro del vino nuevo” fue ovacionada en el teatro griego

Milagro del vino nuevo, la puesta dirigida por Vilma Rúpolo y Federico Ortega, con guion de Arístides Vargas, deslumbró en la vuelta a la presencialidad de los festejos vendimiales. Una celebración a la vida y al trabajo de los mendocinos.

 

El espectáculo relató la historia de las mujeres y hombres que han hecho grande a Mendoza y a nuestra patria. Desde los primeros huarpes a San Martín, desde Juana, Manuela y otras mujeres, a los que lucharon y luchan contra la pandemia de COVID-19. Todos conforman cauces de la historia, todos son poéticamente ríos de la historia, corrientes que bajan con suavidad o con violencia y van conformando la mitología común que nos da identidad y nos convoca a los mendocinos en esta época.

La edición 2022 del Acto Central de la Fiesta estuvo integrada por una obertura y 12 cuadros y giraron en torno de un milagro que guarda un misterio. Y que cada año se resuelve con la aparición de las viñas que reverdecen, con la elaboración del vino nuevo y la realización de una nueva fiesta. Fue volver al ritual festivo de cantarle al vino, que contiene el sabor de la tierra, la memoria del agua y los sueños de los mendocinos.

Quizás una forma de sintetizar la actual edición es como lo expresó el equipo de artistas que este año hicieron la Fiesta: “Queremos y celebramos la Vendimia como un milagro. Es la risa, el brindis y el abrazo más sentido que podemos darnos”, señalaron desde el staff.

 

Doce cuadros y una flor mineral en la obertura

 

En la Obertura, el cosmos inicial, envuelto en brumas y aparece el agua como factor propiciador de la vida. Emergió del desierto la primera flor, obra escultórica de la artista María del Carmen Ramírez, íntegramente realizada en metal, como elemento intermedio entre lo inorgánico y la existencia.

Luego, la naturaleza fue expresada por animales y vegetación. El agua fecunda el paisaje. En escena, un volcán realizado como una caja lumínica en relieve dio origen al primer cuadro coreográfico, despidiendo lava, fuego y humanidad.

A partir de la lava, de las entrañas de la montaña, Hunuc y Huar, el primer hombre y la primera mujer. Él doma el viento con su quena y ella expresa, con su canto, la esencia humana que se manifiesta en el arte. La Danza del Fuego Andino recreó a las primeras comunidades del Cuyum.

Posteriormente, el agua que bendice la tierra con la fertilidad impulsa el trabajo. Las alegrías y tristezas del pueblo trabajador concluyen con la aparición de los frutos, la cosecha. Y la vida –como milagro– es arte, memoria, trabajo y fiesta. Es la tierra que gira, la luz que canta y todo lo que danza. Es el vino de la esperanza, la alegría y la fiesta que se desarrolló con Zamba de mi esperanza.

Y luego nuestra industria madre, desde las antiguas bodegas a la tecnificación actual. La naturaleza abundante, con paisajes de vides, cosechas y otoño de antaño con imágenes en sepia. También sobre las grandes pantallas, hubo animaciones con la estética y personajes de los artistas plásticos que aportaron a conformar nuestra identidad local: con obras de los artistas plásticos: Scalco, Bermúdez, Quesada, Roig Matons y Ceverino; y la voz de Pocho Sosa interpretando “Otoño en Mendoza”.

Un coro interpretando Virgen de la Carrodilla mostró la comunión del mendocino entre su tierra y su fe. Procesiones con múltiples retablillos con las vírgenes, recorrieron el escenario y compartieron la emoción con el público.

En la pulpería de doña Melchora aparece un sommelier, interpretado por Adrián Sorrentino, un catador, el actor Aníbal Villa y doña Catalina, por Rodrigo Galdeano que, en un contrapunto humorístico, desarrollaron situaciones típicas de un patio criollo con agudeza e ingenio. Evocaron a Melchora Lemos, una mujer mendocina, pionera en la organización del negocio del vino. Cueca y gato. Risa y humor porque es la fiesta de vivir.

Seguidamente, Ensueño de Llancanelo fue un cuadro onírico y poético sobre el Sur mendocino. Con tomeros celestiales, flamencos, con la perfección de bailarines clásicos en el escenario y seres de leyenda de Mendoza.

Asimismo, la gesta colectiva de un pueblo que acunó la Libertad de medio continente. San Martín, nuestro mendocino honorario, soñando que Latinoamérica es una sola. Los ríos de Latinoamérica conducen, como venas de cuerpo vivo, la esperanza y determinación de constituirnos en la Patria Grande junto a nuestros países hermanos americanos.

Y llegó la fiesta del vino nuevo, la celebración del vino en clave contemporánea. El vino de los jóvenes urbanos evocó una fiesta. Pero un silencio detenido en el tiempo mostró el azote de la pandemia: la vida en modo virtual, las pérdidas y los héroes. Con profunda intensidad y emoción se recordó la fragilidad y también, la potencia milagrosa del impulso vital que celebramos.

El Milagro del vino nuevo, un canto a la alegría, para subrayar lo mucho que hay que agradecer, recordar y celebrar, junto a La cigarra, de María Elena Walsh, nuestro Himno Nacional Argentino, el Canto a Mendoza enlazados a nuestro tradicional malambo y fuegos artificiales para finalizar una gran puesta con el público ovacionando de pie a nuestra Fiesta Nacional de la Vendimia.

 

Equipo creativo, artístico y técnico

 

Autor del guion: Arístides Vargas
Dirección General: Vilma Rúpolo y Federico Ortega
Producción Ejecutiva: Mariano Morales
Dirección Técnica: Alejandro Aruj
Producción Artística: Liliana Bermúdez
Dirección Musical: Mario Galván y Pablo Budini
Dirección Coreográfica: Marcela Nadal y Virginia Paes
Dirección Actoral: Nuria Atencio y Kevin Viñals
Dirección Audiovisual: Matías Rojo
Escenógrafo: Luis Gattas
Diseño Iluminación: Cecilia Estrella y Marcelo Cuervo
Diseño Sonido: Sebastián Wanzo y Daniel Wanzo
Diseño Utilería Mayor y Menor: Jesús Damián Belot
Diseño de Vestuario y Maquillaje: Marcelo Mengarelli
Diseño de Cajas Lumínicas: Héctor Romero
Jefatura de traspuntes: Mirtha Rodríguez
Responsable de Efectos Especiales: Sergio Gómez
Responsable de Video y Filmación Artística: Pablo Longo
Coreógrafo Folclore: Héctor Gomina
Coreógrafas Contemporáneo: Priscila Resca y Victoria Ansiaume
Asistentes de Producción: Patricia Baldin, Boris Rivas y Fernanda Blanco
Asistentes de Producción Artística: Demián Parmeggiani y Daniela Quintero
Asistente de Cajas Lumínicas: Guadalupe Romero Forcada
Asistentes de Utilería Mayor y Menor: Emir Vanella y Alejo Lepe
Asistente de Vestuario: Analía Sosa
Asistentes de Maquillaje: Salvador Romano y Sol Castilla
Ensamble de músicos Dirección Musical. Mario Galván y Pablo Budini
Músicos Invitados: Pocho Sosa y Juan Lázaro Méndolas.

Categorías