El concierto del dúo «Maza-Rudman»: una declaración de principios

Al aire libre y bajo estrictos protocolos sanitarios, Gustavo Maza y Luciano Rudman deleitaron al público que asistió, tanto de forma presencial como virtual; con un repertorio de canciones que pusieron en valor: la tierra dónde se nace, su historia, sus paisajes; y el amor, como la razón por la que cada día, renovamos nuestra esperanza.

 

El concierto, que tuvo lugar en la noche del domingo 2 de mayo, fue gratuito y transmitido online a través de la fanpage  del Jardín y Escuela de Arte Antisopa; establecimiento encargado de la organización del evento y del cual son profesores Maza y Rudman, en el “Taller de arreglos instrumentales y vocales” que dicta dicha institución.

Durante el recital, los acompañó en voz y ukelele, el joven músico Juan Laureano Rudman.

Gustavo Maza es cantautor, docente y músico multiinstrumentista con una amplia experiencia trabajando con niños, niñas y adolescentes. Su labor de músico y profesor en Educación Musical la ejerce sin interrupción, desde el año 1994.

Luciano Rudman es cantautor, docente y músico guitarrista. Luego de haber recorrido lugares y escenarios de todo el país, se encuentra con Gustavo Maza quien lo convoca para acompañar al conjunto vocal infantil folklórico » Bichos». Desde el año 2006, ambos artistas trabajan juntos en diferentes proyectos artísticos.

El concierto incluyó 13 piezas musicales, entre ellas «La que sin saber sabe y no sabe» canción con la que abrió Rudman el espectáculo. Luego “Discurren” interpretada por Maza; a continuación “Bajo el suelo” tema en el que participó Juan Laureano Rudman como músico invitado.

Posteriormente Maza cantó la vidala “De amor, mi amor”; una composición musical que al finalizar, le guiñó el ojo a los Beatles cuando Rudman susurró muy cerca de su guitarra “All You Need Is Love, All You Need Is Love…”.

 

La siguiente canción fue “Refugio”, una zamba que nos invitaba a reflexionar sobre la soledad, los miedos, el acto de abandonarlo todo y arriesgarnos al vuelo, para vivir. Después, los músicos presentaron el tango “Almanaques” del autor Diego Rodríguez,  diciendo que «les parecía una de esas bellas páginas que cuentan y pintan perfectamente un paisaje, como lo es, el de Godoy Cruz».

“Con el viento vengo yo”, fue la canción que dio comienzo a la segunda parte del concierto, luego de haber sido muy solicitada por el público que los seguía en la trasmisión en vivo desde el Facebook live de Antisopa. En este tema, participó nuevamente Juan Laureano Rudman, esta vez interpretando el ukelele.

Acercándonos hacia el final de la noche, llegó uno de los momentos más emotivos con “Aguantemele”, una composición que ambos artistas dedicaron a los trabajadores de la salud y a las y los docentes “Esta canción plantea la resistencia de muchos y muchas, que siguen pensando que es posible construir un país mejor, con todos y todas. Tenemos que seguir luchando, peleando, porque creemos que es posible ese país mejor, no solo por nosotros y nosotras, sino por quienes vienen detrás. Por nuestros hijos e hijas…”

Después entonaron “Niña Deolinda”, zamba de Gustavo Maza y Mirta Elizabeth Tuler; siendo éste un homenaje a la Difunda Correa. Seguidamente llegó el turno de “Para un Lavallino”, tonada del autor Ceferino Gómez , que “representa muy bien el norte de Mendoza” comentó Maza.

En el cierre, los músicos se despidieron con “Para Ana Lucía”, canción que Rudman le escribió a su hija;  “Zamba del Grillo” y “Nostalgias Santiagueñas”.

El dúo Maza-Rudman tiene pensado repetir la experiencia vivida, el pasado 2 de mayo en el Jardín y Escuela de Arte “Antisopa”. Habrá que estar pendiente de sus redes, para no perdernos la oportunidad de volver a verlos juntos: cantando tango, tonadas, zambas y vidalas.

La trasmisión en vivo de este primer concierto, ha sido compartida 70 veces y superado las 1100 reproducciones.

 

La Declaración de Principios

Si hay algo que valoro en las personas, es que se muestren tal como son, de una manera que no hiera a nadie. Provocándonos con su voz: el deseo de escuchar, lo que me quieren contar, lo que intentan compartir. Y no es fácil abrir el corazón de esa manera, nada fácil expresar lo que pensamos y sentimos. Aunque en estos casos, la música es el puente y también el arco iris.

La palabra que se sirve de ella para vestirse, de melodía y ritmo, de armonía y arte; consigue lo imposible en este tiempo de pandemia: que las distancias se acorten, la mejilla vuelva a sentir el beso; y el cuerpo, la fuerza y el calor de un abrazo.

Ese tipo de sensaciones experimenté durante todo el concierto de Maza y Rudman, al que asistí virtualmente desde mi oficina.

Me sentí abrazada, arropada, emocionada; y después, cuando finalizó, permanecí varios minutos en silencio, meditando en los mensajes que ambos artistas transmitieron a través de su palabra cantada.

Con 13 temas de los cuáles 11 fueron escritos, musicalizados e interpretados por ellos mismos, pusieron en valor: el amor en una relación, en la familia, a la tierra dónde nacimos y al lugar dónde vivimos; el respeto hacia las y los trabajadores de la salud y lxs docentes, el recuerdo de sus luchas; y aunque no lo hayan mencionado específicamente, también el de sus muertes.

Maza y Rudman, saben dónde están parados, en qué creen y hacia dónde van; y con sus canciones te invitan a un vuelo, que de animarte, podría llegar a ser muy especial…

 

 

Sinda Miranda

Categorías