Uspallata se llenó de música y danza en su 35 aniversario

En una primera noche de gran convocatoria, el Festival de Alta Montaña, se destacó una vez más por ser el espacio para toda la familia, con una grilla imperdible en uno de los paisajes más emblemáticos de la cordillera.

 

Este viernes 14, el Festival de Alta Montaña abrió su primera noche en celebración a su 35 aniversario con el saludo de bienvenida de la Reina Departamental de la Vendimia, Alejandrina Funes. Una explosión de música, nuevos ritmos y danza en el corazón de la cordillera de los Andes. El evento, que continúa en su segunda noche este sábado 15, viste de fiesta al tradicional Camping Municipal de Uspallata con la convocatoria de cientos de asistentes, que disfrutaron de la primera noche mágica entre las montañas.

El festival, organizado por la Municipalidad de Las Heras, ofreció una variada programación que incluyó espectáculos musicales de artistas locales y regionales, presentaciones de ballets folclóricos y contemporáneos.

En el predio también se ubicó un espacio de actividades recreativas para los más pequeños; un Paseo de Artesanos donde los visitantes pudieron adquirir productos regionales y un patio de comidas típicas donde los asistentes degustaron los sabores más tradicionales: pasteles fritos, carne a la llama, empanadas criollas, entraña a la parrilla, fueron algunas de las delicias más destacadas.

«Es increíble cómo este festival nos permite conectar con nuestra gente, nuestro lugar y celebrar la cultura en un lugar tan hermoso como es Uspallata», comentó María, una vecina de Uspallata que asistió al evento con su familia. «Los uspallatinos esperamos este festival con mucho cariño».

Este viernes 14 el escenario más alto recibió al ballet local Lucerito, también la banda infantil de vientos de Uspallata Los Tonitos, que surgiera en 2011 en la Escuela “Nuestra Señora de las Nieves”, se llevó la ovación de los presentes. El indie rock, llegó con Último Apolo, la banda mendocina que une ritmos modernos con tradicionales y la dulce voz de Aluhé, llenó de pop y nuevos ritmos el valle.

El Ballet Fusión Urbana de Uspallata, desplegó varias coreos con bailarines locales de diferentes edades. A mitad de la noche, la reconocida Banda Viajera trasladó desde las calles de la Ciudad a las montañas, los sonidos del country, las baladas y los clásicos del rock-folk de todos los tiempos. Luego Mendukos, con su fusión folclore y ska, hizo parar de su asiento a jóvenes y no tanto; y el cachengue llegó con el cuarteto de Malparidas.

A su vez se destacaron los stands municipales con actividades para juventudes, como así también el simulador de seguridad vial con juegos de prevención. En cuanto a los operativos de seguridad, este año se implementaron cámaras con reconocimiento facial, que permiten identificar a las personas que ingresan al evento y emite una alerta en caso de que detecte a alguien con alguna medida pendiente.

El Festival de Alta Montaña es mucho más que un evento musical. Es una celebración de la identidad de los pueblos cordilleranos, un espacio de encuentro para familias y amigos, y una oportunidad para mostrar al país los paisajes y riquezas culturales de nuestra tierra lasherina.

 

 

 

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